lunes, 24 de mayo de 2010

¿QUIÉN SOY YO?

Soy católica, a veces eclesiástica, a veces egoísta, creo firmemente en Dios, en la Virgen María,, respeto el sacerdocio, como un oficio peligroso, riesgoso, de servicio, esperanzador, por que como dicen por ahí, “tarda en llegar y al final hay recompensa. Amo dedicarle un tiempo a Dios, así sea una hora cada domingo, me gusta el sabor de la culpa que se arrepiente, amo las obras de misericordia, es el milagro del verdadero y buen cristiano.

Soy rola desde siempre, me gusta el ritmo de la ciudad, caótica, vergonzosa, prostituida y religiosa, vivo los festivales hasta donde el bolsillo me lo permite, soy acorde con los paisajes, a veces sucios, a veces escandaloso, a veces joven, a veces a cavados, arrugados y malhumorados, la ciudad, esa que encarna furia en cada calle azul repleta de aves de presa y terrazas desiertas, niebla en las almas y poco pudor bañado den tabú… Bogotá y yo, hermanas, amantes y enemigas, ciudad erótica, con figuras femeninas y bruscamente masculina.

Me gusta escudriñar campañas políticas, juzgar, jugar y con vergüenza de votar.

Soy muy enamorada de las cosas que por si mismas trascienden, vivo enamorada de la música, del juego de sonidos, de la armonía musical en algunas miradas y los dulces acordes de algunas voces. Mo hasta con lo que no tengo y odio crear odio en la apología del amor. “todo me sirve nada se pierde, yo lo trasformo”, los sentimientos son moldeados por las manos del artista y el verdadero artista sabe utilizar cualquier medio para mover objetos a la distancia; amo todo no hay más esa es la gracia.

Construyo sociedad, es mi especialidad, tengo amigos, todos ligados a rasgos en común con algunas de mis percepciones, otros sencillamente no tiene nada en común conmigo, simplemente están ahí cuando necesito un soporte o en su defecto un empujón, no soy capaz de discriminar, se lo que se siente, y puedo afirmar que el que discrimina tiene una vida frustrada, llena de temores absurdos que no le permiten ser, por eso dependen de la condición del otro, para hacer discurso; en fin, es algo que no me afecta, el sentirme discriminada, es algo que me gusta, que disfruto, algo que me saca una sonrisa, por que me siento pieza clave dentro de una sociedad, llena de sociedades que pelean entre si, es feo, pero así es, no somos todos, somos todos, en contra de todos.

Soy una consumidora empedernida, de arte, sobre todo de libros y música, prefiero dejar de alimentar mi cuerpo, por alimentar mi alma, no digo que sea una dieta exclusiva para ella, ya a tragado tanto que a pesar de todo aun no esta gorda, le falta llenar más el estomago de los sentimientos, las sensaciones que moldea el artista, consumo poesía y palabras mágicas que de un momento a otro están generando discurso en mi, soy dichosa en la música, me deleito con todos los sonidos que tienen fundamento y orden, con todos los sonidos, con el folklore de muchos territorios, me siento de todas partes en la música, no hay frontera que me prohíba oírla, consumo la música en una SODA o para ser más selectos en un cocktail de helado de ron con pasas y brandi llamado CERATI.

En materia y planos concretos, no hago mucha referencia pero como todos, consumo vestido, transportes, aunque el bolsillo muchas veces prefiere sentir la fricción del aire cuando se nada a pie, me alimento de muchas cosas, sobre todo “cuando el cuerpo no espera lo que llaman amor, más se pide y se vive…canción animal”.

Soy una geométrica flor que crece y tiene muchas vertientes, pretendo aplicar todo lo que voy aprendiendo para finalmente poder estar focalizada en algo un tanto mas obvio, por ahora, me preocupa aprender, saber comprender y sobre todo, crear criterio, la academia es mi mayor herramienta y mi más hermoso destino por ahora.

No puedo ser un no ser, no puedo ser pasiva frente muchas irregularidades, menos quejarme masivamente de algo, soy una doble vida, pero no puedo concebir la otra Yohana que hay en mi, una torpe y tierna o tal vez sea la otra Yohana, una orgullosa y sabia. No soy mala pero tampoco buena, no soy muy concreta, pero tampoco obvia, no se pero creo tener certezas. Mi otredad me confunde más, por que digo que no soy y muy en el fondo si lo soy.

Publicidad signo en mente

Por: Yohana Navarrete.

“cuando se desea conservar aquellos Estados acostumbrados a vivir con sus leyes y en libertad, es preciso abrazar una de esas tres resoluciones: primero arruinarlos, segundo ir a vivir en ellos y finalmente, dejar sus leyes a esos pueblos, obligándolos a pagarte una contribución anual. Y creando en su país un tribunal de un corto número que cuide de conservártelos fieles.”(Maquiavelo, 2006: 28)

La apariencia moderna de la publicidad como poder y cultura, anda valiéndose de las manifestaciones del cuerpo y la mente de cada ser humano, para comprar con ideas el consumismo vehemente de todos, la lectura de la población lleva a los creadores a proceder innatamente desde el campo de la semiótica, teoría de los signos, desde Pierce podemos hablar de la teoría tríadica del signo, el representamen (el signo mismo) mantiene una relación con un objeto, relación que a su vez implica un interpretante. El objeto puede ser inmediato: el objeto tal como es representado por el signo. Así mismo puede ser objeto dinámico: el objeto independiente del signo que lleva a la producción de este. Y cuando nos referimos al interpretante, no nos estamos refiriendo al “interprete”, mejor, es un efecto del significado propiamente dicho”. (Cobley, Jansz, 1997: 21-23).

Empero si tenemos la publicidad como signo, ¿a que denominaríamos el objeto?, el primero seria el icono, donde el signo, la publicidad, se relaciona con su objeto por tener alguna semejanza con éste, para ser más precisos estaríamos hablando de la trasformación mental, dada del signo al objeto en si. Y ahora símbolo, donde el signo se relaciona con su objeto solo por convención, por ejemplo, cito coca-cola, que ya parece la bandera y la palabra que nos evoca la bebida oscura gaseosa. Y por ultimo el índice, donde el signo se relaciona con el objeto en términos de causalidad, como el dicho síntoma médico, que en nuestro caso publicitario vendría a ser el efecto al ver la publicidad de la coca-cola, consumirla.

Aquí todavía desde Pierce, se nos plantea en relación con lo anterior. El termino, pragmático. Pierce plantea que para desarrollar el significado de los pensamientos necesitamos únicamente determinar qué conducta están propensos a producir, puesto que esa conducta es para nosotros su única significación.(Galindo, 2008:356)

Pero, ¿será que para abrir la mente de cada receptor se ha venido dando el principio de sintagma que nos plantea Saussure?, ¿Existirá una lectura clara, evidente, para desplegar cada elemento?, ¿será que en una misma publicidad existe un elemento detrás de otro?, ¿Será que hoy las publicidades están siendo claras?

Pues considero que la belleza del arte se ha perdido generando así lo que se llama la industria cultural, donde su mayor objetivo es generar dependencia y servidumbre de los hombres. Y ¿por qué no llamar arte a la publicidad?, es obvio que se ha confundido el término artístico con el término industrializado, siempre detrás de un interés económico y masificador. Hablar de masa es hablar del sinónimo de industria cultural, este segundo elemento evidentemente a priori y accesorio de la maquinaria, elemento de cálculo, es el encargado de la formación de conciencia de sus consumidores.

Y bien si decimos ofensa versus verdad, ¿en qué posición estamos?, la comunidad que consume se centra en que simplemente se le presenten los productos y ya, sin importar el costo están dispuestos a pagar los que sea, y es que si citamos el film de Frederick Beigbeder, “99 francos” , vemos como se juega con la publicidad desde una posible burla por parte de los publicistas hacia el consumidor inerte que compra y compra, ese mismo que se ve ahogado en la angustia de no quedarse atrás y tener todo en mercado y poca ganancia.

Ese mismo que carece de ilustración, de cultura critica, un problema de moldeabilidad, ese que aun no entiende que arte es un elemento de la cultura, expresando en su concepto los polos económicos y sociales, y la transmisión de ideas y valores, inherentes a cualquier cultura humana a lo largo del espacio y el tiempo, solo está limitado por el consumo y su visión no va mas allá del consumismo, sabido como lucro o compra desmedida, ese mismo que sublima sus efectos, asociando su experiencia con la obtención del deleite personal e incluso de la felicidad egoísta.

Entonces la única posibilidad de salvación, que se nos da, es evidentemente, el ideal de educarnos, hacia una visión enteramente critica, ir mas allá de un museo, de un lienzo, de un comercial publicitario, comprender atreves de la lectura semiótica, cuales son los intereses del otro y como repercuten dichos intereses en las conciencias de los demás. Pero no solo radica en eso, radica en la idea inteligente de vender… vender una idea de compra… de compra de verdaderas necesidades, desligándonos de los caprichos y la atadura de la modernización que obliga a la evolución obvia y tangible, palpable y naciente.

“los promotores de la industria cultural se complacen en alegar que lo que ellos suministran no es arte, sino industria”. (Adorno: 37)

Bibliografía:

  1. EL PRINCIPE. Maquiavelo, Nicolás, edición: 2006, editorial, SKALA.
  2. SEMIÓTICA PARA PRINCIPIANTES. Cobley, Jansz edición: 1997.
  3. “COMUNICACIÓN”. Galindo Cáceres Jesús. 2008.
  4. LA INDUSTRIA CULTURAL. Adorno theodor.