¡EN CLASE, TU, YO, EL MAESTRO, TODOS!

mostrarnos es un acto de valentia, y plasmar en un papel la huella dactilar de nuestra alma es un acto de fe, ser y dejar de ser, dar y ofrecer, y lo mejor recibir, pero recibir cuando menos se espera.

Ser transeunte de un espacio donde lo que cuentan son las impresiones, permite al ser humano jugar con su apariencia, pintar retratos de sus sueños y pasar de ser una maqueta a ser todo un edificio de pisos infinitos y escaleras enteramente proyectadas, que atráz cada escalón se va borrando y va dejando expreriencia en la zuela de los zapatos.

temer y reaccionar frente a la valentia y la fe, no es más que demostrar de nuevo que somos HUMANOS, que a diferencia de otros seres tenemos la capacidad de comprender y de suponer y ofrecer un mundo lleno de igualdad y respeto... todos, en una aula de clase, han tenido el poderio de desnudar su alma y dejar ver lo que los ojos muchas veces tienden a ocultar, la musica, el arte, la literatura, son herramientas para estos alfareros, para estos maestros, que día a día se empeñan moldeando una realidad abyecta, que se va transformando en un suleo de sueños sembrados que segundo tras segundo van dando fruto.